Todos somos conscientes del paso del tiempo, pero nos cuesta más ser conscientes cuando se trata de lugares abandonados, de los cuales la naturaleza se va adueñando junto con todo aquel ser humano que pise sus fronteras. 

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"La eternidad es tan cruel como la muerte" [Makabresku, 2013]

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silencio se inició como no podía ser de otra manera, un edificio abandonado en mi camino a casa. Y recordé ese principio de carrera con mi pequeña estenopeica de cartón tratando de capturar la estructura de la Facultad de Bellas Artes, exponiendo largos tiempos para capturar el tiempo y el ambiente del lugar.

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Necesitaba volver a ese primer año del grado, volver a crear una caja pinhole, revelar con los químicos, desvincularme un poco del mundo tecnológico. Pero a su vez no alejarme tanto. Poder utilizar la tecnología a mi favor sin desvincularme de lo manual, poder positivar los negativos tecnológicamente y coger todos los fallos de exposición y convertirlos en la esencia de silencio.